Día Internacional del Orgullo LGBT

Una de las mayores razones por las cuales la gente rechace o le cause aprensión algún grupo sociocultural es generado por el desconocimiento y la desinformación que, a su vez, son por alimentados por prejuicios infundados que poco a poco deben ser sustituidos por la tolerancia, el respeto y la convivencia normal encausando a la comunidad a vivir en armonía sin que la sexualidad o género de nuestros vecinos sea un tema que nos deba de afectar.

Empecemos por definir cada término en boga para diferenciar sus usos:

Sexo: se define por la fisiología con la que naces, es decir, los órganos reproductores y su función de origen. Es lo que legalmente se constituye como femenino o masculino (binarios), pero hay casos donde no se puede determinar el sexo de las personas físicamente porque poseen los 2 órganos reproductores al mismo tiempo (hermafroditas) o casos donde los individuos nacen con hormonas, cromosomas u órganos internos que no corresponden a sus genitales físicos externos (intersexuales) y que pueden manifestarse hasta una edad avanzada como la pubertad.

La OMS estima que 1 de cada 100 nacimientos en el mundo pueden tener alguna de estas dos variaciones naturales producidas en la etapa gestacional de los fetos.

Género: es el concepto sociocultural, definido por la comunidad, a las pautas de comportamiento, actitudes y tareas que se le asignan a los hombres y las mujeres. Es aquí donde están arraigados profundamente los prejuicios sociales, pues en el género están implícitas las costumbres y expectativas familiares que psicológicamente tienen que ver con los pilares de nuestra personalidad.

De hecho, una de las razones más fuertes del rechazo a comprender y cambiar ciertos conceptos culturales, es porque, inconscientemente, las personas se sienten que atacan a su familia directamente, lo que provoca rechazo innato a la educación y el entendimiento.

Un ejemplo de género son las frases: “Los hombres no lloran”, “Las mujeres se tienen que casar y tener hijos”, “Hombres de azul, mujeres de rosa”, “Las mujeres son el sexo débil”, “Ingeniería es para hombres, pedagogía es para mujeres”, etc. Es decir, son creencias populares infundadas e irracionales.

Identidad Sexual (o Identidad de Género): es el sentir personal e individual de cada persona sobre su sexualidad y preferencias para vestir, comportarse y expresar sus sentimientos. Es decir, cómo se auto percibe cada persona independientemente de su sexo. Se estima que al menos 10 de cada 100 personas (el 10% de la población mundial) se identifique con alguna orientación sexual distinta a la heterosexualidad en algún momento de su vida.

Dentro de este rubro, podemos encontrar las identidades Homosexuales (gays y lesbianas), Bisexuales, Transexuales, Transgénero, Queer, Asexuales, Heterosexuales, etc. y demás etiquetas que describen las elecciones particulares de quienes deciden su orientación sexual.

La exigencia mundial sobre la identidad sexual es pedir respeto y minimizar la importancia que implica esta preferencia en el valor, trascendencia y amor entre las personas. Medir a una persona por su identidad sexual es tan risible como valorarlos por el color de su piel, su país de origen o sus creencias religiosas; ninguna métrica sería lógica, racional u objetiva.

Thona Seguros se une al movimiento que busca exigir tolerancia y respeto hacia todas las identidades de género y fomentar la unidad entre individuos, rechazando cualquier argumento que intente menospreciar, criminalizar o perjudicar a las personas que, de forma libre y valiente, han expresado con orgullo una identidad de género diferente a la mayoría, valorando a la gente por el simple hecho de ser personas y no por quienes elijan compartir su cama, su amor y su vida.