En los empleos existen una serie de riesgos, mejor conocidos como “riesgos de trabajo”, a los que nos vemos expuestos al laborar. De estos riesgos se derivan accidentes o enfermedades, diferenciados según su gravedad. Cuando estos impiden la asistencia del trabajador o la trabajadora al empleo significa que, debido al accidente o enfermedad causado por laborar, hubo una disminución en las facultades o aptitudes para trabajar.
Según el tiempo que estas facultades o aptitudes se vean dañadas, el trabajador o trabajadora ameritan una “incapacidad laboral”, que figura como una prestación en la cual se le debe dar a quién ha sufrido el accidente una pensión. Esta pensión es provisional y puede ser hasta de dos años o definitiva. Para ello, un médico debe realizar un dictamen en donde categorice la incapacidad en total o temporal.
En caso de que el accidente o enfermedad tenga como consecuencia una disminución en las aptitudes para continuar laborando con normalidad, se le denomina a ello incapacidad temporal, porque después de un pequeño lapso de tiempo será posible reincorporarse al trabajo.
En cambio, cuando el accidente o enfermedad tiene como consecuencia una afectación en las aptitudes o facultades para laborar que le imposibilite ejercer algún trabajo de por vida.
Las pensiones por incapacidad, ya sea temporal o permanente, son otorgadas una vez que se realiza el dictamen médico. Es necesario contar con un seguro para poder tener el derecho a esta prestación, debido a que no figura como una prestación de ley.
En Thona Seguros, el seguro de accidentes Riesgos de Trabajo contempla un atractivo plan de indemnizaciones en caso de incapacidad total o temporal por accidente. Además, cuenta con una indemnización de gastos médicos por accidente, por lo que resulta ser una excelente opción para las empresas que deseen contar con un seguro de protección para riesgos de trabajo.
